Hace unos días, la señorita Cristina me nominó para hacer un test de estos estilo "red social".
Y bueno, como la invitación me resultó motivadora, pues veo oportuno responder (si bien no nominaré a nadie).
Al parecer, hay que empezar contando 11 cosas sobre uno mismo:
-Me llamo Diego, pero la gente con la que tengo confianza acostumbra a llamarme por varios "motes": Moral (que es mi primer apellido), Genu (de la época en la que repetía continuamente la palabra"genuino") y Paladinus (por el nick del foro de la Asociación). Ninguno tan genial como Diego, la verdad.
-ADORO estar en la cama, aun si estoy despierto. Dormir o descansar me dan felicidad.
-Me metí a Magisterio de Inglés porque me daba "respeto" irme fuera de Burgos a estudiar Filología Inglesa.
-Luego me metí a Pedagogía porque algo había que hacer hasta que encontrase un buen trabajo fijo.
-En relación con lo anterior, detesto la mayoría de las asignaturas de Pedagogía.
-De pequeño era algo más regordete (y creo que mono). Ahora me he quedado largo y delgado como un palillo.
-Tiendo a tener rachas de interés obsesivo por cosas que me gustan: cuando era pequeño monté una "escuela de magia" con los amigos, a lo Harry Potter. Cuando estaba con Warhammer, empecé a contruir la Torre Blanca de Hoeth (que da nombre a este blog). Y ahora derrocho horas con Canción de Hielo y Fuego.
-En el instituto podía meter hasta 6 horas seguidas de estudio para preparar un examen, pero como magisterio era simplona, perdí el hábito.
-Me considero una persona inteligente, y me ofendo cuando alguien duda de ello.
-La gente me dice que tengo el autoestima muy baja, yo pienso que no es para tanto, que solo soy realista (quitando mis momentos emo, que los tengo).
-Al contrario que mucha gente en internet, no tengo especial afecto por los gatos. Tampoco por los perros, ni por ningún animal en concreto. Pero algunos perros no están mal.
Y luego venían estas preguntitas:
1- ¿Cuál es tu comida favorita?
Adoro el pollo y el cordero asado, especialmente si tienen partes crujientes. Cualquier cosa basada en patatas también me agrada sobremanera (deliciosas, deliciosas patatas a la importancia).
2- ¿Sigues conservando a tus amigos de la infancia?
Un par de ellos, sí. Uno es un poco pesadete y quedo poco con él, porque suele meterle fichas a mis amigas y ellas se molestan. La otra es muy simpática, pero se me pasa llamarla. Una pena, porque me lo paso muy bien con ella. Ah, bueno, también está Marina, que la conocí en Primaria, "desapareció" en Secundaria, Y apareció al empezar la universidad. Pero supongo que a causa del lapsus temporal, la veo más como una amiga reciente. Con el resto tengo poco contacto.
3- ¿Qué prefieres, el libro o la película?
El libro tiene más matices siempre, y te permite dar rienda suelta a la imaginación. Además te permite volver atrás, releer cachos interesantes... La película es más cómoda y rápida, eso sí.
4- ¿Eres un animal nocturno o diurno?
Con el nuevo horario de tarde, me levanto tarde y me meto a la cama relativamente tarde. Si hablamos de si voy de fiesta o soy de salir de tarde, me quedo con la tarde, claro.
5- ¿Te gustaría casarte por la Iglesia?
Hombre, soy creyente y practicante, no es solo ilusión, es sentimiento de "deber moral". Aunque bueno, alguien podría alegarme que no soy el ideal de cristiano (si bien, no me considero un mal tipo... sé de qué pie cojeo).
6- ¿Cómo sería tu casa ideal?
Si hablamos de "casa ideal", me conformo con que tenga mucha, mucha luz. Con esas ventanas que son como una pared entera de grandes.
Si hablamos de "la casa de mis sueños", estaríamos hablando de un castillo de piedra, al más puro estilo medieval... pero con electrodomésticos e Internet *risas*
7- ¿Tienes mascota? ¿Cual es tu animal preferido?
No tengo. Tuve periquitos y una tortuga, pero eran del cole (los cuidé durante un verano solo). En propiedad tuve un pollito (llegó a gallo, pero esa parte no la conocí), un jilguero y varios peces de colores. Oh, y un cangrejo de río que llegó a mudar el caparazón.
8- ¿Alguna vez te has teñido el pelo?
No. Una vez me planteé teñírmelo de blanco, pero la respuesta de mi padre fue "si te lo tiñes, no vuelves a entrar en casa".
9- ¿Con qué color te identificas?
Azul celeste. El azul me ha encantado desde pequeño, en sus distintas tonalidades. Últimamente he descubierto mi gusto por los colores claros, así que el azul celeste es mi color. Es muy tranquilizador, a mi modo de ver. Muy suave. Me reconforta.
10- ¿Cuantas horas diarias de media pasas en internet?
Muchas. Cuantificarlas sería imposible. Más de 3 diarias con total certeza. Puede que más de 5.
11- ¿Té, café o ninguno de los dos?
Me gustan los dos, aunque prefiero el té porque es menos amargo. Aún así, acostumbro a tomar más café (con leche y bastante azucar), porque considero que con esa leche añadida, alimenta más *risas*
lunes, 30 de abril de 2012
sábado, 28 de abril de 2012
Diamonds.
¿Ha pasado un buen tiempo desde la última vez que pasé por aquí, verdad?
Pues sí. Cosa de la universidad, principalmente. Las prácticas por la mañana y las clases por la tarde creaban un horario-tenaza que apenas me dejaba respirar. Y eso sin añadir las clases particulares que doy (ahora más que antes, que tengo cliente nueva) ni la academia. Y bueno, alternado con eso, pues cosillas de las II Jornadas de Manga y Ocio Alternativo (nos van a quedar geniales, aunque se nos vaya el dinero en ello) y los múltiples líos y momentos de angustia con los que muchas veces os habré deleitado. Vamos, que he pasado una larga racha de trabajo, exámenes, trabajos de clase, reuniones, presentaciones, lip-dubs (esto es lo más rayante de todo) y personas enfadadas conmigo (o yo con ellas).
Pero de todo se aprende. Y esta vez he aprendido que soy resistente. He pasado una racha dura, pero yo he sido más duro.
Sin embargo, no creo que sea algo exclusivo de mí. Todos somos resistentes, recios como los diamantes. Y esa es la palabra clave de hoy: diamantes. Somos todos diamantes: al nacer somos como diamantes en bruto, altamente imperfectos y burdos, carentes de forma definida. Luego, según crecemos, en la familia y la escuela vamos siendo tallados, vamos ganando en genialidad, belleza y perfección, hasta convertirnos en piezas únicas, irrepetibles y grandiosas. Con muchas facetas, pero sin dejar de ser un solo ente. Brillantes. Resistentes. Eternos. Y con un valor incalculable.
Pues sí. Cosa de la universidad, principalmente. Las prácticas por la mañana y las clases por la tarde creaban un horario-tenaza que apenas me dejaba respirar. Y eso sin añadir las clases particulares que doy (ahora más que antes, que tengo cliente nueva) ni la academia. Y bueno, alternado con eso, pues cosillas de las II Jornadas de Manga y Ocio Alternativo (nos van a quedar geniales, aunque se nos vaya el dinero en ello) y los múltiples líos y momentos de angustia con los que muchas veces os habré deleitado. Vamos, que he pasado una larga racha de trabajo, exámenes, trabajos de clase, reuniones, presentaciones, lip-dubs (esto es lo más rayante de todo) y personas enfadadas conmigo (o yo con ellas).
Pero de todo se aprende. Y esta vez he aprendido que soy resistente. He pasado una racha dura, pero yo he sido más duro.
Sin embargo, no creo que sea algo exclusivo de mí. Todos somos resistentes, recios como los diamantes. Y esa es la palabra clave de hoy: diamantes. Somos todos diamantes: al nacer somos como diamantes en bruto, altamente imperfectos y burdos, carentes de forma definida. Luego, según crecemos, en la familia y la escuela vamos siendo tallados, vamos ganando en genialidad, belleza y perfección, hasta convertirnos en piezas únicas, irrepetibles y grandiosas. Con muchas facetas, pero sin dejar de ser un solo ente. Brillantes. Resistentes. Eternos. Y con un valor incalculable.
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