Como alto elfo, no puedo hacer otra cosa que miraros a vosotros, los humanos, con curiosidad.
Sí, no hay otra palabra para describiros que no sea curiosos.
Sois impulsivos; lo quereis todo aquí y ahora. No sabeis esperar, ni teneis paciencia como los de mi raza. Esperar un mes se os hace eterno, mientras que a nosotros una década se nos hace asequible.
Sois ambiciosos; nunca os parece suficiente lo que teneis. No conoceis el significado de la conformidad. Buscais tener no solo lo vuestro, sino lo de los demás, mientras que los de mi raza nos conformamos con aquello que se nos da por naturaleza, y lo aprovechamos y valoramos al máximo.
Os reproducís como conejos y os expandis por el mundo sin ton ni son, sin la más mínima preocupación por si dicho mundo podrá albergar a las criaturas que engendreis o si podrá soportar vuestra forma de vida.
Sois corruptos, egoistas y vanidosos. Os apuñaláis los unos a los otros. Os aprovechais de los débiles. Esclavizais a los demás. Os apoderais de lo que no os pertenece como si tuvierais pleno derecho a hacerlo.
Y sin embargo, os va bien.
Prosperais. Teneis fuerza de voluntad.
Y a veces, solo a veces, sabeis hacer las cosas como es debido.
Eso es lo que os hace curiosos.
¿Habéis oído ese refrá que dice "Una manzana podrida pudre a todas las demás en la cesta"? Pues a vosotros os pasa lo contrario: un humano excepcional puede salvar a centenares de humanos. Es por eso que os respetamos. Pero no os olvideis: los altos elfos no toleraremos que os paseis de la raya.
Los humanos somos impulsivos e impacientes, Eladrin, porque conocemos la efimeridad de nuestras vidas. Ambicionamos reconocimiento. Queremos dejar legado de nuestras vidas.
ResponderEliminarQue me aspen, pero yo prefiero ser humana cien veces antes que pertenecer a una raza que no es capaz de emocionarse.
ResponderEliminar:D
Tenemos emociones, humana.
ResponderEliminarSimplemente, las usamos con más precaución.