viernes, 31 de diciembre de 2010

Smiles.

I found my life's purpose: to make you smile.

domingo, 26 de diciembre de 2010

Myself.

Honor: Choices that you make, reflect of whom you truly are.
Courage: Rise above the masses, live your life complete and strong.
Compassion: Is the power that must be used for the good of all.
Loyal; To the ones in my care, standing true for what the cause.

My soul has been searching, longing for something.
I see my true self and I have learned well.

Honesty: There are no shades of grey, only truth as it can be.
Sincere: Don't need to give my word, to speak of such, is the same thing.
Courtesy: There's no need to prove strength, even respect your enemies.
Values: This is the code I feel, emotions without words, can speak.

My soul has been searching, longing for something
I see my true self and I have learned well
My true self

Insight, intelligence, integrity, the honor that is in my soul.




(La versión con Renji era mucho más elegante... pero fue eliminada de YouTube.)

martes, 21 de diciembre de 2010

Paranoia.

Acabo de autodiagnosticármela. Las razones están en la entrada de hace unos minutos.

Pawn.

Soy un tipo ambicioso. Sí, me temo que lo soy. Vale, vale, podreis decir "Si fueras realmente ambicioso habrías cogido las prácticas en Londres, o estarías preparando los papeles para ir de asistente de conversación al extranjero... o simplemente habrías hecho una carrera con un poco más de prestigio, y no Magisterio). No es ese tipo de ambición. No es que aspire a ser un tipo de prestigio reconocido a gran escala. Simplemente aspiro a ser importante para la gente que me importa. Pero cuando digo "importante", quiero decir "realmente importante". No me conformo con el peón. Quiero ser el rey.
En el ajedrez hay 18 piezas. Bien, digamos que en los círculos en los que me muevo hay también unas 18 personas (persona arriba, persona abajo) a las que puedo llamar amigos. Sí, soy consciente de que Tuenti dice que son 34, pero si nos ponemos a quitar a los de clase o a la gente que está por compromiso más que por otra cosa, con la que no hablo apenas... de los 20 no pasamos...Es evidente que no todas las piezas tienen la misma importancia, y ahí llega lo raro de mi ajedrez: que solo tiene 3 tipos de piezas. Reyes, alfiles y peones. Del orden de 4 reyes... 2 si nos ponemos estrictos, pero dejémoslo en 4. Del orden de 4 alfiles... tal vez alguno más. Y del orden de 8 a 10 peones, según nos pongamos de exigentes. Sin ningún tipo de menosprecio a los peones, que también son gente estupenda. La clasificación está en función del grado de vinculación con la persona. No se puede entrar siendo un rey o un alfil (tiendo a llamar obispos a los alfiles... influencia del ajedrez del Cid y del "bishop" que se usa en Inglés, supongo), son posiciones que se ganan con el tiempo y el esfuerzo... o eso creo... o eso quiero creer.
¿El problema? Quiero ser un rey para los reyes, y no menos de un alfil para los alfiles. Y quiero que los peones asciendan de rango para ser el alfil de más personas. Y quiero que los alfiles asciendan de rango para poder ser el rey de más personas. La cuestión es que no todo el mundo tiene un ajedrez como el mío. Hay gente con ajedreces de decenas de personas más que yo. Y la mayoría de la gente no tiene mas que un rey, y evidentemente, no es un puesto que van a darme a mí. Pero yo lo quiero, porque creo que me lo merezco. Claro, yo me digo: "Leches, si siempre estoy ahí, preguntando que tal van las cosas, preocupándome por los demás, ayudando siempre que puedo... ¿y luego no se me recompensa con una posición acorde a mis esfuerzos? No me parece justo". Y esto con mis reyes... pero también con mis alfiles.
Y sí, soy consciente de que el símil no es precisamente acertado: las personas no son piezas de juego de las que se pueda prescindir. Lo que busco, esencialmente es establecer una similitud solo con la jerarquía y las proporciones de cada grupo, no hacer un paralelismo con otros aspectos.
Pero volvamos otra vez al tema... realmente me hunde no ser alguien importante para los que me importan. Que leches... no nos engañemos, sé que lo digo por una sola persona. En el fondo... creo que los demás me colocan en una posición similar a aquella en la que los tengo yo a ellos. Nee-san... ¿tú sabes por dónde voy, verdad? *Sigh* *Sonrisa amarga*
Arhhhhhhhhhhhhhhhhhhh...

domingo, 19 de diciembre de 2010

Knight.

Un caballero, al más puro estilo medieval de la palabra. De esos que entregan sus fuerzas, su cuerpo, su vida y su alma a una causa noble. Una causa que puede ser más o menos terrenal o espiritual o terrenal.

Está el caballero que lucha por su princesa y la defiende hasta su último hálito de vida.

Está el caballero que lucha por el Señor, para proteger a los fieles de quellos los amenazan.

Está el caballero que lucha por desfacer entuertos, al estilo quijotesco.

Debe ser elegante tener una causa por la que estar dispuesto a morir.



"Your highness, you must survive. Go now, my lady, because I am the knight you chose to champion you. Therefore, I must be the one who stays and fights, Cornellia-sama."

"This I order you, my knight: come back alive."

"Yes, your highness"


lunes, 13 de diciembre de 2010

Battle.

-Lucharé por lo que es justo. Lucharé por lo que es correcto.

-¿Qué es justo? ¿Qué es correcto?

-Justo es lo que no hace daño a nadie. Correcto es lo que hace bien a todos.

-¿Cómo puedo estar seguro de que lo que yo considero justo y correcto lo es?

-Confiaré en mi criterio, tras haberlo meditado mucho.

-¿Y si aun así, pasas algo por alto?

-Para eso están los demás, para señarlar lo que no sea correcto o justo a su parecer, y que así, yo pueda valorar si realmente están en lo cierto y así modificar mi postura.

-¿Y si no coincidís?

-Entonces aplicaré mi criterio, respetando el de los demás hasta las últimas consecuencias.

-Pero si hay respeto ¿Dónde está tu lucha?

-Yo platearé mis argumentos y formas de ver las cosas a los demás también, para hacerles pensar si realmente están en lo cierto y así modificar su postura.

-Eso es diálogo. Sigo sin ver la lucha.

-Digamos que hay cosas que son objetivas. Dos y dos son cuatro. Cuando me dicen que es cinco, lucho. És una lucha justa, porque lo hago para evitar que el error de esa persona se extienda. Es una lucha correcta, porque busco hacer que dicha persona vea la realidad.

jueves, 9 de diciembre de 2010

Fail.

Trato de hacer las cosas lo mejor que puedo, pero no siempre es suficiente.
Me esfuerzo por llevar la alegría a los que están a mi alrededor, pero creo que no lo consigo. Al menos no en la medida que me gustaría.
Y es bastante frustrante ver como uno se esfuerza por hacer algo perfecto y, aun así, que no salga bien, o que no sea valorado.
Valorado... No es una queja, técnicamente. No, porque no se puede valorar lo que no se ve. Las intenciones no se ven, y no siempre es fácil reconocerlas. Y luego está el hecho de que me guste guardar mis intenciones para mí mismo. No es que siempre lo consiga, porque a veces, las expreso para poder buscar ese reconocimiento que tanto me gusta.
Supongo que eso es bastante egoista por mi parte.
Siempre tiendo a ver las cosas como si fueran los demás los que fallan... pero tal vez solo sea que mis gafas están sucias. Tal vez no solo las gafas, sino todo mi ser.
Seguramente los fallos los tenga yo. No es justo culpar a los demás por que sea incapaz de mantener una conversación normal, o interesante, o divertida, o reveladora, o reconfortante. Nadie excepto yo tiene la culpa de mi incompetencia social.
¿Social? Juy, si mi incompetencia fuera solo social.
Supongo que me queda mucho por aprender. Este anciano lleva mucho tiempo metido en su torre, enfrascado en sus grimorios, en sus conjuros, en sí mismo. Y tal vez necesite un par (o una docena) de tutores que me enseñen las normas y convenciones sociales, igual que se hace con los que tienen Síndrome de Asperger y no pueden empatizar.
Aunque supongo que tendría que poneros un sueldo para ello... *Sigh*

lunes, 6 de diciembre de 2010

Likes.

Me gusta...

Me gusta peinarme, y que el pelo me quede liso, u ondulado, pero que siga un patrón uniforme. Me gusta peinarme y que el pelo esté perfectamente desenrredado. Detesto cuando me doy tirones fuertes al peinarme.

Me gusta dormir. Me encanta estar en la cama, al calorcito. Me deleito al dejar volar mi imaginación cuando estoy a punto de dormirme, o nada más despertarme, y ver lo genial que es todo en mi mente. Por el contrario, no me gusta en abosuluto cuando me voy a la cama y no puedo encontrar la postura para dormir, porque estoy nervioso a causa de un exámen, o de que algo ha salido mal.

Me gusta aprender. Disfruto adquiriendo nuevos conocimientos, por inútiles que sean. Me encanta aprender cosas y entenderlas, y luego demostrarme que lo sé y lo comprendo. Me gusta poder demostrar mis conocimientos delante de los demás, por ayudalos o solo por añadir algo interesante a la conversación. Detesto que evaluen mi conocimiento, con exámenes y pruebas que no necesariamente evalúan todo lo que sé.

Me gusta ver películas. Disfruto con casi todas, al menos si se dan ciertas circunstancias. Adoro las comedias, porque me hacen sonreir. Tambíen las películas para niños, porque están cargadas de valores. Disfruto con las más profundas, y con aquellas que me hacen llorar. Incluso con las románticas. Pero por el contrario, no me gusta demasiado el género de terror, porque no le veo sentido a sufrir angustia por algo que no es cierto, y considero que las películas son para disfrutarlas.

Me gusta pasar tiempo con mis amigos. Me encanta que me pregunten que tal me va todo, y preguntarles yo a ellos. Que se preocupen por mí y preocuparme por ellos, y si puedo, ayudarlos. Me gusta que me llamen y me pregunten si puedo quedar. Pero detesto que no me llamen, porque siempre que llamo yo, tengo la impresión de que interrumpo, o soy inoportuno, o que tal vez en ese momento querían que no estuviera, porque prefieren estar a solas.

Me gustan los abrazos. Prefiero un abrazo antes que me den un beso en la mejilla o que me den la mano, al menos cuando hay suficiente confianza. O en el caso de las buenas amigas, un beso y un abrazo, siempre me sube el ánimo. Me gusta que mis amigos me pongan la mano en el hombro para decirme que están a mi lado y que me dan su fuerza.

Me gusta el rol. Me encanta el rol. Adoro el rol. Vivo el rol en todas sus variantes y fases. Me encanta diseñar sistemas nuevos, modificar los existentes y jugar a los que ya han sido inventados. Me encanta hacer el tonto y que los demás lo hagan, pero también disfruto con una partida seria en la que todos nos comportamos. Me incomoda cuando alguien no acepta el estilo de juego de otro, bien por formalidad o por falta de seriedad, porque creo que cada uno debe interpretar como su sentir le indique. Me gusta el rol porque es un arte. Es como ser actor, pero entre amigos. No tolero falta de profesionalidad por parte de los jugadores, pues considero que es algo que aunque se juegue de modo informal y poco serio, hay que tener la seriedad suficiente como para transmitir interés por el juego, ya que el master gasta su valioso tiempo en prepararlo.

Me gusta corregir a los demás. ¿Es un defecto o un mérito? No lo sé, pero me encanta. Disfruto cuando me sacan errores a mí también. Sin embargo, me molesta que expresen mis fallos de forma pública, aunque trato de encajarlo lo mejor posible, ya que yo también corrigo de forma pública.

Me gusta contar el dinero que tengo. Me gusta ahorrar y no gastar, con miras en unas vacas flacas que tal vez nunca vendrán. Detesto tener que gastar más dinero de lo que tengo planeado, especialmente si lo gasto en mí mismo.

Me gusta creer en Dios. Me gusta hablar con Él, y sentir que me escucha y que me responde. Y me gusta ver su mano invisible en muchas de las cosas que me pasan. Me gusta aprender a fundamentar mis creencias y fortalecer mi fe. Me duele enormemente que mi fe no sea tan fuerte como lo era antes. Me duele cuando veo que no hago las cosas como debería según mi credo, y pido perdón a Dios, y luego las cosas van bien, porque siento que Él me está dando mucho más de lo que yo le doy a él. Me duele que la gente trate de hacerme abandonar mis creencias con argumentos que ellos consideran lógicos... pero Dios está por encima de la lógica... cuando tratas de verter el contenido de un pantano en un vaso de agua, el agua lo desborda, y de ese mismo modo Dios desborda nuestra inteligencia. Me gusta pensar que Dios está ahí arriba, y que nos mira a todos con ojos de padre, y que tendrá misericordia de nosotros por hacer las cosas tan mal.

Me gusta todo lo antiguo, especialmente lo medieval. Es una pasión que tengo. Me encantan los pergaminos y los códices. Me encantan los retablos. Me encantan los edificios antiguos, los monasterios y catedrales. Me encantan las armas medievales, especialmente las alabardas. Me encantan las armaduras y escudos.

Me gusta la magia, o lo que lo parece. Me encantan los trucos de los ilusionistas. Disfruto en casa, inventando las palabras que componen los conjuros que saco de los libros de rol o de mi imaginación, inventando los gestos que hay que hacer para lanzarlos, y practicándolos todo junto frente al espejo o a un cristal.

Me gusta la simetría. Me hizo mucha grqacia cuando la profe de Artística lo asoció a que soy un tipo conservador, y luego dedujo que sería un buen partido para una mujer porque soy "de esos tipos que se casan paratoda la vida y no tienen intención de separarse nunca".

Me gusta que me elogien y que me digan lo genial que soy a veces. Me encanta ver cuales son mis puntos fuertes, del mismo modo que me gusta saber los débiles. Sin embargo, me resulta súmamente molesto que me hagan la pelota, porque considero que en realidad es una forma de desprestigiar mis méritos.

Me gusta pasar tiempo con mi madre, reirme con ella, hablar con ella, ayudaarla cuando lo necesita, que ella me ayude cuando lo necesito. Me encanta cuando nos enfrascamos en una conversación ilógica, sin pies ni cabeza, que acaba en medio de ningúna parte. Me duele no decirla más a menudo que la quiero y darla un abrazo... Debo poner remedio a esta situación.
Me gusta la limpieza, hasta un punto obsesivo.

Me gusta la perfección, hasta un punto aún más obsesivo. Me resulta incómodo sacar sobresaliente y no matrícula. Me molesta sacar notable en vez de sobresaliente. Destesto sacar un aprobado en vez de un notable. Detesto cuando Word me saca fallos ortográficos que no existen, y tener que darle a "Agregar al diccionario" o "Omitir una vez" para no ver las líneas rojas bajo las palabras, ni la x sobre el librito de abajo.

Me gusta superarme a mí mismo.

Me gusta hacer cosas personalmente y artesanalmente.

Me gusta escribir listas.

Me gustan muchas cosas más.

Me gusta que leais mi blog.

viernes, 3 de diciembre de 2010

Grimoires.

Cuando un mago ha progresado ampliamente en el dominio de la técnica arcana, decide recoger su sabiduría en un grimorio. Ahí reune todo su conocimiento, no solo sobre los hechizos que el mismo ha inventado, sino sobre distintas consideraciones sobre los conjuros de otros arcanistas, sobre los distintos trucos para organizar el maremágnum de cachivaches que acumula en su torre, sobre como protegerse de los enemigos o sobre dónde hospedarse en los viajes largos. Es como una especie de portfolio de toda su vida, un manual para recordar aquellos detalles pequeños que tan difíciles son de recordar o aquellas consideraciones que se tienden a pasar por alto.
En parte, este lugar dentro de la red de redes es como un capítulo de ese grimorio personal de DM. Me ayudará a recordar cosas y me ayudará a superar otras, y a recordar como las superé para poder volver a enfrentarme a esos problemas si vuelven a aparecer. A recordar lo que fue y lo que me hubiera gustado que fuera. Ayudará a no olvidar (Don't you... forget about me... don't, don't, don't, don't; como decía la canción).
*Sigh* Ahora que digo de canciones, me ha venido a la mente el otro día... el martes, creo. El miércoles había examen de Bases Psicológicas, pero era incapaz de concentrarme en la materia del examen (las razones, por el momento, me las guardo). Y mientras cenaba, encendí el ordenador y decidí poner música. La primera vez en toda mi vida que he necesitado escuchar música para poder seguir adelante. No me equivocaba cuando dije que la música es magia tejida en forma de sonido... creo que la entrada se llamaba "Music.". Pero sí, lo necesité. Y la verdad es que ví como iba cambiando mi estado de ánimo a una velocidad enorme. Para los interesados, empecé por "The misery", de Sonata Arctica, y la verdad es que me hundió más aún.



Luego pasé a "Crash", de Matt Willis, y empecé a animarme algo.



"Living on a prayer" de Bon Jovi también ayudó bastante (oh~! We're half way there!)



Y juraría que ninguna más... Recuerdo que quería haber puesto... ah, sí, también escuché "A man for all seasons" de Robbie Williams (Queen and country safe and sound, with villians six feet underground, and no one knows, 'cos no one's found any trace of a man for all seasons, loves them and leaves them alone, so alone).



La que quería haber escuchado pero no me dio tiempo fue "Still alive", de Lisa Miskovsky.



En cualquier caso, me animó el conjunto y fui capaz de seguir estuciando con la cabeza un poco más centrada. Y salió bien el exámen, las cosas como son. He puesto los videos que uso para escuchar esas canciones, porque a mi parecer, es necesario un apoyo visual que realce el mensaje.
Y no sé que más... grimorios... a veces hace falta un empujón para empezar a escribirlos.